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04 JUN 2015      ENTREVISTA EN DIARIO VASCO

“AÚN HAY TIEMPO DE QUE 2016 SALGA BIEN. EL CIUDADANO TIENE QUE SENTIRSE CÓMPLICE OTRA VEZ”

La edil socialista que lideró la candidatura de la capitalidad pide ahora “liderazgo político y abrir el proyecto a la gente” pero lamenta que “se han perdido cuatro años”

Marisol Garmendia fue la concejala responsable de Donostia 2016 dentro del gobierno municipal que presidía Odón Elorza. Cuatro años después de que San Sebastián fuera elegida ciudad europea de la cultura, y a solo siete meses de que comience la capitalidad, Garmendia considera que hay que aprovechar el cambio en el gobierno municipal donostiarra para "salvar" el 2016. "Hemos perdido cuatro años por la mala gestión de Bildu, pero aún hay tiempo con un nuevo liderazgo político y, sobre todo, recuperando la implicación de los ciudadanos".

La edil socialista confiesa que a su grupo, y a ella personalmente, les gustaría que la gestión de la capitalidad volviera a su cargo en un eventual gobierno de coalición con el PNV. Para la entrevista elige como escenario la playa, símbolo de las “olas de energía” que presidían la portada del proyecto cultural que ganó la convocatoria europea.

Usted fue parte destacada del equipo que logró la capitalidad. ¿Cómo ve el proyecto a siete meses de que comience?

Se ha perdido el tiempo, lamentablemente. La ciudadanía ha pasado de vivir plenamente orgullosa de aquel logro a estar desvinculada del proyecto. Han sido cuatro años perdidos, aunque ahora, más que mirar atrás, es momento de intentar arreglar las cosas en los meses que faltan. Hay que recuperar a la ciudadanía, recobrar la energía participativa de la gente, el orgullo por el proyecto. Hay que lograr que los agentes culturales, sociales o económicos vuelvan a ilusionarse, que se sientan parte de Donostia 2016. Y a eso hay que sumar, como tareas urgentes, la búsqueda de patrocinio privado, la internacionalización de la ciudad, la mejora de la comunicación exterior e interior...

¿Qué se ha hecho mal en los últimos años? ¿Cómo se habrían hecho las cosas si ustedes hubiesen seguido gobernando?

Prefiero mirar adelante, pero se puede echar la vista atrás para corregir errores. Ha faltado liderazgo por parte del alcalde, ha faltado una visión integral y ambiciosa del proyecto, ha faltado calidad y cantidad en los técnicos, ha sobrado intervencionismo político y ha faltado sobre todo implicar a los ciudadanos. La capitalidad era un proceso de cuatro años en el que se iban montando los proyectos con participación, estableciendo redes con otras ciudades europeas, abriendo la cultura a la gente.. Pero ni se han gestionado patrocinios privados, ni se ha trabajado la complicidad de los agentes culturales... El balance es pobre.

Faltan siete meses, ¿se está a tiempo de corregir los defectos que señala?

Está claro que el tiempo perdido no se puede recuperar, pero en estos meses, con un Ayuntamiento y una Diputación que asuman el proyecto como prioritario, hay aspectos en los que se podrá avanzar. Hay que sacar otra vez Donostia 2016 a la calle y hay que mejorar la comunicación. Con liderazgo político e implicación social podremos lograr que Donostia 2016 tenga calidad y suponga de verdad algo positivo para la ciudad.

¿Qué cambios deberían introducirse? ¿Deberían afectar al equipo técnico?

Supongo que a seis meses del inicio no es recomendable introducir grandes cambios en el equipo técnico, aunque otras capitales lo hicieron. Yo sí reforzaría el equipo y haría mejoras sustanciales en comunicación, en implicación ciudadana o en producción, donde aún no hay un responsible. Y sobre todo perdería el miedo escénico que hay en el actual equipo técnico: este proyecto es de motivación y de energía ciudadana, necesita implicar a mucha gente. Los procesos micro que se han realizado no han llegado a los ciudadanos. Este es otro de los grandes retos en los próximos meses: no podemos estar de espaldas a agentes sociales, culturales o económicos, a instituciones o entidades culturales a las que no se ha recibido o con las que no se ha contactado. No puedes tener a gran parte de la comunidad artística o cultural, gente que lleva años trabajando, al margen. No se puede estar aislado. Este proyecto era para abrirnos a otra gente y a la alianza con otras ciudades. Teníamos que haber llevado la capitalidad a Madrid, Barcelona, Sevilla, Estrasburgo, Londres o Budapest. ¿Para qué la queremos si no?

El programa cultural del 2016 está ya muy cerrado, aunque no desvelado del todo.. ¿Ahí caben mejoras o amplaciones?

En el desarrollo de contenidos han quedado proyectos por el camino, quizás por incapacidad de gestión, pérdida de tiempo en los cambios de equipo.. Se supone que en octubre se presenta el programa concreto, pero yo he echado de menos más transparencia y concreción. Hay una gestión económica del proyecto que no está siendo nada clara, aunque en ese aspecto “hasta aquí puedo leer”.

Una de las mayore preocupaciones de todos los grupos es la falta de patrocinadores privados.

Sin duda. Hay ausencias inexplicables: el caso de Kutxa, por ejemplo, es especialmente sangrante porque tiene una relación causa-efecto con la actitud mantenida por el alcalde y por Bildu. No se puede denostar a una entidad a la que luego vas a pedir dinero. Kutxa estuvo con el proyecto a tope desde el primer momento. Financió el primer Rompeolas y se puso a disposición de la oficina en todo el proceso de la candidatura. Fue doloroso que una actitud partidista de Bildu impidiera que Kutxa entrara a la financiación.

¿Y la ausencia de otros patrocinadores, al margen de Kutxa?

Ahí la culpa no es tanto del partidismo de Bildu como de la incapacidad de Bildu para gestionar el proyecto y generar complicidades. Bildu no ha gestionado la capitalidad como un proyecto de todos: ha faltado pasión y ambición. Izagirre nunca se creyó este proyecto, que le ha sobrepasado. Y además, desde una posición frentista y beligerante no se pueden concitar consensos. El proyecto no se ha vendido a las empresas, no ha habido una estrategia de marketing. No somos conscientes de la capacidad de atracción que este proyecto podía haber tenido: en este tiempo en que las firmas quieren gestionar emociones este proyecto es una mina para las grandes firmas que venden bebidas o coches hablando de todo menos de bebidas o coches.

El caso de la cumbre sobre el euskara y lenguas minorizadas, adjudicada a Kontseilua, provocó una denuncia ante los tribunales del Ministerio de Cultura y la crítica del Gobierno Vasco. ¿Cómo podría desbloquearse?

Es otro exponente claro de cómo han actuado Bildu e Izagirre con el proyecto. Como tenían que contentar a los suyos después de colocar a un Berastegui que no sabía euskara al final generaron un cisma en la Fundación. Hasta el Gobierno Vasco, que ha estado demasiado callado ante la deriva del proyecto, elevó la voz. En este país hemos logrado entre todos un pacto en favor del euskara. Y siendo el euskara y la diversidad lingüística uno de los ejes fundamentales de Donostia 2016, no entendemos cómo lo han querido hacer sin el consenso y liderazgo del Gobierno Vasco y su secretaría de Política Lingüística. Es incomprensible que uno de los temas más sensibles del proyecto, que debe servir de entendimiento y acercamiento, haya sido el que ha concitado uno de los mayores cismas. No sé cómo puede reconducirse pero habría que intentarlo.

El PNV y su grupo, el PSE, negocian ahora un acuerdo para gobernar las instituciones. ¿Quieren ustedes el área de gobierno relativa a la capitalidad?

Aún no hemos empezado a hablar de posibles pactos, pero parece factible que pueda haber un gobierno de coalición. No voy a ocultar que para el grupo socialista, y para mi personalmente, volver a gestionar la capitalidad sería importante, como cerrar el círculo de lo que empezamos. Mucha gente me para en la calle y me dice ¡ahora volveréis!. Estos cuatro años han sido muy duros, hemos visto cómo un proyecto tan querido iba a la deriva. Muchos agentes que estuvieron desde el principio en este proceso no entenderían que ahora se repitiera nuestro apartamiento absoluto.

En cualquier caso, ustedes defienden la representación plural del Ayuntamiento en la Fundación

Estos cuatro años ha sido uno de nuestros caballos de batalla. No entendíamos que la representación municipal en la Fundación estuviera formada sólo por tres componente de Bildu. Espero que eso se reconduzca ahora y la representación del Ayuntamiento sea plural. Este proyecto tenía que haber sido de todos estos cuatro años y no lo ha sido.

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