Las playas de San Sebastián han estrenado temporada con sus habituales servicios y equipamientos. Una de las novedades de este año es la instalación de pequeñas taquillas que, a modo de consigna, posibilitan el depósito de relojes, móviles, llaves y otros pequeños enseres, para poder darse un chapuzón en el mar con tranquilidad.
El concejal encargado de las playas, Miguel Angel Díez, ha señalado que “el funcionamiento de estas taquillas es sencillo: en los mostradores de las cabinas colectivas y previo depósito de una fianza de 5 euros se podrá obtener una pulsera-llave para utilizar una de las taquillas. Al devolver la pulsera, se reembolsará la fianza de 5 euros, por lo que el servicio es gratuito”.
Otra de las novedades será la colocación en las tres playas de una serie de estandartes que recordarán al donostiarra e informarán al visitante de la calidad de nuestros arenales, que lucen orgullosos los certificados de calidad ISO 14001 y EMAS.
“Las playas de San Sebastián cuentan desde el año 2000 con el certificado ISO 14001 y desde 2003 está inscrito en el registro EMAS. Ambas certificados aseguran que la gestión realizada en nuestras playas tiene un comportamiento ambiental correcto y su impacto es el mínimo posible, garantizando el cumplimiento de la legislación ambiental”, ha señalado Díez.
Estas dos certificaciones de calidad hacen que San Sebastián lleve años sin solicitar la bandera azul, al entender que estos otros son mucho más importantes y exigentes.
Este año 2016 se está procediendo a la revisión total del sistema, en cumplimiento de la normativa, por lo que las auditorías que se están realizando son completas. Si el resultado de las mismas es favorable, San Sebastián cumplirá 13 años en el registro europeo EMAS que garantiza el nivel máximo de excelencia ambiental para nuestras playas.
En las auditorías, en la obtención de los certificados de calidad se tienen en cuenta aspectos como:
Residuos: Aunque en 2015 la cantidad total de residuos retirada no se incrementó significativamente respecto del año anterior, sí se detectó un aumento de la recogida selectiva, duplicando el porcentaje en los recipientes ubicados en la arena. Puede decirse que mediante la recogida selectiva, se ha conseguido que un 52% de los residuos generados en las playas no vayan a vertedero. Este año está previsto repartir ceniceros-cucuruchos para reducir el impacto de los residuos en playas.
Agua: En 2015, el consumo total de agua tampoco registró crecimientos significativos. Este año, se han recuperado las cuatro “alcachofas” en los postes de ducha instaladas en las playas, tratando así de evitar las colas que en anteriores temporadas se han registrado. Además, el tiempo de agua por pulsado en las duchas se reduce para evitar despilfarros de agua cuando la gente ha terminado y se va.
Energía: El pasado año el consumo creció de manera significativa, por el mayor consumo de gas natural en las cabinas. La limpieza de las playas, sigue siendo diaria e intensa.
La temporada oficial obliga a incrementar las tareas para dejar limpios los arenales de la ciudad cada día. En la primera quincena de junio y última de septiembre 15 operarios se encargarán de la limpieza de las playas. Este equipo pasa a ser de 25 operarios en la temporada máxima, que abarca del 15 de junio al 15 de septiembre. Medios mecánicos: 3 tractores, 2 cribadoras, un rastrillo remolcable, dos embarcaciones para la limpieza de la bahía, un tractocarro y un camión para el transporte de vehículos.