¿Cuál es el principal problema de Donostia?
El desempleo y la falta de bases económicas fuertes ligadas a un plan estratégico que garantice una ciudad de prosperidad y empleo para los próximos años.
¿Qué propone para solucionarlo?
Varias medidas. La primera, que haya una gran área política de Desarrollo Económico, Fomento y Planificación Estratégica. La segunda, una concejalía de Comercio y Turismo. Vamos a potenciarlos porque podemos crecer. La tercera medida es transformar el Ayuntamiento en un lugar al que si vas a modificar la vivienda o el comercio, no tardes tres o cuatro meses en lograr el visto bueno. Si hacemos eso y en dos meses no hemos respondido, el Impuesto de Construcciones será gratuito. También proponemos un clúster de la moda, con nuevos creadores y creadoras, y pequeños talleres. Ofreceremos suelo para la instalación de nuevas empresas, que durante los primeros años tengan una carencia.
¿Cuáles son las fortalezas de Donostia?
Tiene sus atractivos y su calidad de vida, muy deterioradas estos cuatro años. Hay que recuperar el vigor y la fortaleza. Tenemos un valor muy importante en cohesión social y en actividad empresarial. Un estudio universitario comparado con el INE demuestra que somos la capital con mayor densidad empresarial. Tenemos una masa de emprendedores muy grande, pero son pequeñas actividades. Tenemos que potenciar aquellas que marchen bien, crezcan y sean más competitivas.
¿Es Donostia una ciudad cara?
Sí, sin lugar a dudas. Seguimos siendo la más cara en vivienda y tenemos que tomárnoslo en serio. Tenemos que recuperar los cuarteles de Loiola para un parque de viviendas mixto (VPO, alquiler y libre) que dé una respuesta definitiva al problema de vivienda para los más jóvenes y las familias que tienen dos o tres hijos. También es cara en el alquiler, para lo que proponemos 600 apartamentos tutelados para jóvenes y mayores para que el mercado tenga precios más razonables.
¿Donostia necesita nueva vivienda?
Sí, para bajar los precios, para que pueda volver a San Sebastián quien quiera y para que venga nueva población para que sea una ciudad dinámica y con futuro.
¿Existe el riesgo de que Donostia sea una ciudad para turistas y los donostiarras queden desplazados?
San Sebastián tiene que ser para los donostiarras en primer lugar, pero como ha sido siempre: al igual que disfrutábamos nosotros de la playa de La Concha, Ondarreta o Zurriola hace 20 años, también lo hacían los de fuera. Compartir no es malo y para la ciudad es bueno para generar empleo.
Pero establecimientos de determinadas zonas han entrado en precios casi prohibitivos para unos cuantos donostiarras.
Creo que San Sebastián empieza a tener otras zonas. Ayer estuve en Amara y tiene su propia zona de encuentro, a precios diferentes que la Parte Vieja. Si uno va a Bidebieta o Txomin, los precios no son los mismos. Se está generando cierta vida más local, que puede ser de interés.
¿Cuál es el papel del euskera en la Donostia que quiere gobernar el PSE?
Para nosotros y para mí es una lengua básica, fundamental y que nos hace diferentes, por lo que hay que ponerla en valor como una lengua de uso, habitual, que sirva para comunicarnos y que conviva con el castellano en plena igualdad. San Sebastián es la capital vasca con mayor número de euskaldunes, con mayor avance en la normalización lingüística y eso se hizo con gobiernos socialistas. El euskera no debe ser un elemento de confrontación partidista, sino de unión y conexión.
Usted es el único candidato que no se desenvuelve en euskera.
Tengo 52 años, en mi época estaba prohibido en el colegio y no se aprendía. Lo he intentado varias veces, pero tengo unas ventajas y dificultades con los idiomas en general. Mi candidatura es bilingüe y en puestos destacados van personas muy conocidas con pleno uso del euskera. Más aún, la gente no vota en clave de quién sabe euskera, porque si lo hiciera, yo ganaría las elecciones de calle. No creo que deba ser el criterio, sino quienes proponen políticas de igualdad de idiomas y no al revés, porque hay quien solo querría el euskera.
¿Por qué ganaría de calle?
Porque el 60% de la población no sabe euskera.
Según el mapa sociolingüístico del Eustat, casi el 70% es euskaldun o entiende el euskera, frente al 30%.
No. Tener algún conocimiento del euskera no es igual que saber euskera, entiendo yo. Algún conocimiento también tengo yo. Entender puedo entender, pero no me sé expresar, entonces...
¿Cuál es el principal problema de la capitalidad cultural Donostia 2016?
Tiene muchísimos, por desgracia. Si tengo que decir uno, es que ha dejado de ser un proyecto de todos. Tenía que haber sido un proyecto compartido, sobre todo con los agentes culturales locales. Es lo que más pena me da, que no haya pasión ciudadana. Es lo primero que deberíamos hacer a partir del 25-M.
¿Qué salida piensa dar con celeridad al edificio de Bellas Artes?
Un acuerdo. La peor situación es la actual, de desencuentro y con el edificio abandonado. Hay que buscar un acuerdo razonable que vele por los intereses públicos con la propiedad privada. A partir de ahí, hace falta una solución para que el edificio sea disfrutado por toda la ciudadanía lo antes posible, con otras instituciones y agentes locales como el Orfeón, el coro Easo... Aquí hay una tradición de masas corales en la que podemos ser un referente internacional.
Está aprobado el reglamento de consultas. ¿Cuál sería la primera que usted propondría a los ciudadanos?
La primera consulta debe ser la que propongan los ciudadanos. El 5% de la ciudadanía puede hacer propuestas en lo que a competencias municipales se refiere. Sería bonito que la primera no fuera de arriba abajo, sino que los ciudadanos entiendan que sea un proyecto que quieren valorar.
¿Cómo promete resolver las demandas de los vecinos Igeldo?
En esta legislatura lo hemos expresado. Soy el presidente de la comisión municipal sobre la descentralización del barrio de Igeldo y entendemos que puede ser una autonomía dentro de la ciudad como entidad local menor. Tiene singularidades, puede gestionar parte de las competencias, pero es un barrio de San Sebastián.
¿Considera necesario reactivar el Metro de Donostialdea?
No tanto para la ciudad como para la articulación del conjunto urbano de Gipuzkoa. San Sebastián tiene un buen sistema de transporte público y una red de autobuses espectacular. La conozco muy bien porque fui doce años vicepresidente de la Compañía de Autobuses, cuya modernización impulsé y estoy satisfecho, la verdad. Tenemos que mejorar nuestra comunicación con nuestro entorno metropolitano, desde Zumaia hasta la frontera. Hace 120 años nuestros aitonas, bisabuelos más bien, lo pusieron en marcha. Fue un avance y contribuyó al avance económico y social, pero hay que dar un segundo paso porque hay pruebas: los datos de las estaciones de Intxaurrondo y Herrera, puestas en marcha hace tres años, son espectaculares. Cuando se da un buen servicio, hay respuesta ciudadana. Además, han tenido un gran beneficio en los servicios para ir a Anoeta los días de partido.