¿La estación de Atotxa se abrirá el 17 de diciembre?
- Hay que distinguir dos conceptos: la inauguración y la puesta en funcionamiento. La intención del operador es que el 17 de diciembre empiece a funcionar y todo parece indicar que se va a poder cumplir. A ellos les interesa abrirla antes de Navidad, unas fechas con mucho movimiento que servirán para detectar qué problemas puede haber y solventarlos. Eso es independiente a que más adelante se pueda hacer una inauguración oficial, porque esos días serán vísperas electorales y no puede haber inauguraciones. Pero quien quiera coger un autobús para ir a Bilbao el 17 de diciembre lo cogerá en Atotxa.
¿También se abrirán ese día las plazas del aparcamiento subterráneo?
-Sí, la idea es que todo entre en funcionamiento a la vez. Intentaremos tener también abierto el pasadizo renovado en toda su extensión. Y entiendo que Dbus y el departamento de Movilidad harán los cambios necesarios en los accesos, si no son para el día 17, para poco después.
Tras la sentencia recibida que obliga a modificar algunos aspectos del plan, ¿se ha adjudicado ya formalmente el proyecto de Txomin?
-No. La mesa de contratación sí lo ha confirmado, pero ahora la adjudicación formal (a Amenabar, Campezo y Gesbas) la debe aprobar la Junta de Gobierno y lo hará en un plazo brevísimo, probablemente antes de fin de mes. Entre otras cosas, eso nos permitirá cobrar una primera cantidad en el momento de la firma.
Después se suspenderá la adjudicación a la espera de adaptar elplaneamiento a la sentencia.
-A partir de ahí inmediatamente se producirá una suspensión de la adjudicación a la espera de cómo resolvemos la sentencia judicial que tenemos. Estamos en ello, intentando negociar con algunos de los propietarios de los suelos que presentaron las demandas y que están aludidos por la sentencia. Hubo un primer contacto con una oferta y contraoferta que estaban muy alejadas y ahora se está intentando ver si hay alguna posibilidad de acercamiento de posturas, aunque de momento no la hay. Nosotros mientras seguiremos adelante. En cuanto tengamos la garantía jurídica suficiente para poder hacerlo, levantaremos la suspensión del concurso y podrán empezar las obras, aunque no podemos dar plazos concretos. Querríamos que el escenario fuera de entre seis meses y un máximo de un año.
¿Se plantean que la adjudicataria renuncie y repetir el concurso?
-No, sinceramente, tras las conversaciones que hemos tenido con ellos no nos lo planteamos: parecen muy decididos a hacerlo, podían haber renunciado ahora y no lo han hecho.
¿Se reducirá el porcentaje de VPO como consecuencia de la sentencia?
-No, la previsión es mantenerlo. Otra cosa es el reparto: dentro de las VPO hay casas de alquiler, tasadas o en derecho de superficie y puede haber un baile en los porcentajes, pero dentro de que se mantenga el porcentaje general. Aunque de momento no nos estamos planteando ni siquiera eso.
Han anunciado que esperan poder vender Illunbe en breve...
-El pliego de condiciones se está revisando para sacar a concurso la venta de manera inminente. De hecho, en los presupuestos del año que viene incluiremos los ingresos previstos por la venta. Hay empresas o inversores interesados, hay agua para echarse a la piscina.
¿La sentencia de Garbera que anula la limitación de suelos comerciales afectará a Illunbe?
-En Illunbe hay 34.000 metros cuadrados de uso terciario y como existía esa limitación de 25.000 metros cuadrados comerciales, los 9.000 restantes serían para otros usos terciarios de carácter general, como un hotel u oficinas. Ahora la sentencia permite que los 34.000 sean comerciales. No va a haber más metros, pero la distribución podría variar.
¿Abre nuevas posibilidades a la hora de venderlo?
-Podría, a lo mejor sí, pero lo cierto es que quien ha hecho la previsión y ha analizado Illunbe lo ha hecho teniendo en cuenta que tiene 25.000 metros comerciales. Por lo que hemos sondeado, parece que casi todos los interesados tienen en mente hacer un hotel. Es poco probable que alguien se vaya a decidir por el hecho de que haya 9.000 metros comerciales más o que eso sea determinante.
Hay proyectado otro centro comercial bajo el cerro de San Bartolomé.
-Centro comercial sería mucho decir, son menos de 4.000 metros.
Pero se están levantando voces de vecinos y asociaciones contrarias a ese complejo comercial.
-Hemos hablado con asociaciones de comerciantes y no ha habido un rechazo a este proyecto ni quejas explícitas. Al comercio le preocupa más que se acierte con lo que va a ir que el hecho en sí. Quieren que sea un elemento diferenciador, que no sea otro Zara, que sea algo que no haya en la ciudad y aporte un valor añadido, una referencia nueva.
Está previsto que en navidades se empiece a abrir la calle Lizarra, un nuevo eje en San Bartolomé.
-Sí, y va a abrir una nueva perspectiva de toda la zona. El ritmo de las obras va bien y las ventas se han incrementado en los últimos meses, sobre todo en verano.
¿Se han recibido alegaciones al plan especial de Anoeta?
-Habrá alegaciones seguro. Se estudiarán, se analizarán, algunas a lo mejor se estiman y otras no, como ocurre con cualquier modificación del Plan General o plan especial.
¿Temen que el plan especial pueda ser rechazado por los tribunales?
-Si alguien quiere recurrir puede hacerlo. Pero los cambios que ha habido están encaminados a tener mayor certidumbre jurídica y los riesgos se han reducido al máximo.
Esta semana han ordenado la retirada de la cúpula del Bellas Artes.
-La Diputación encargó un informe explícito sobre el estado de la cúpula y hemos actuado en función de esos informes. Teníamos claro que no sería una decisión arbitraria, pero tampoco inconsciente. Si hay un riesgo cierto, hay que actuar. Una cosa es hacer un discurso histórico y artístico, que está muy bien, pero luego está la seguridad de las personas, que tiene toda la prioridad para nosotros.
La legislatura pasada criticaron la falta de promociones de VPO. El próximo mes habrá un sorteo. ¿Qué planes tienen para esta legislatura?
-Queremos hacer un plan de vivienda para desarrollar algunas zonas que han estado un poco aletargadas, como Esnabide, en Altza. También estamos haciendo un análisis de un posible desarrollo en la zona del Infierno y replanteándonos el desarrollo de Illarra, que es de muy baja densidad y que podría ser mayor. Y hay una reflexión que ya estamos haciendo: el Ayuntamiento y otras instituciones en su momento hicieron una inversión muy fuerte en Auditz Akular y nos estamos planteando realmente si, siendo conscientes de que el gran Auditz Akular a día de hoy es económicamente, en la práctica y yo diría que hasta medioambientalmente inviable, podríamos hablar de alguna primera fase o fase parcial de Auditz Akular. Podría plantearse la posibilidad de tener un concurso de ideas... Hay necesidades que ya no existen, como la zona deportiva, porque ya se trabaja en el nuevo polideportivo de Altza. Pero a lo mejor puede hacerse una cosa distinta, mucho más reducida tanto en espacio como en viviendas, mucho más, pero sin abandonarlo del todo porque al fin y al cabo ahí hay diez millones invertidos y no podemos renunciar a ellos así como así. Y hay cosas más pequeñas que también se impulsarán. Intentaremos que no nos ocurra como en la legislatura anterior, con dos años enteros sin ninguna calificación de VPO, siendo conscientes de que las cifras son las que son y las limitaciones que hay.
¿Seguirán intentando recuperar los cuarteles?
-Esta ciudad no tiene que renunciar a los cuarteles. La coyuntura política actual, en un amplio sentido, no es la misma que hace 20 años y ahora se puede hablar de cosas que antes no se podía y nos consta que también hay un interés por parte del Estado de vender patrimonio. Frente a posiciones maximalistas de ceder o regalar, se puede hablar de una negociación para ver qué necesidades tiene el Ministerio de Defensa y hablar de posibilidades, desde permutas hasta compraventas, para que la ciudad pueda recuperar y ganar ese espacio al que durante tanto tiempo no ha tenido acceso.
¿Habrá cambios en la política de VPO teniendo en cuenta que cada vez hay más renuncias? ¿Habrá más VPO de alquiler?
-Con la nueva ley de vivienda cambia el proceso de adjudicación y probablemente el de noviembre será el último sorteo como tal. Luego se entregarán por baremación, por lo que se reducirá el número de renuncias. Sobre si hacer más de alquiler, hay que ser conscientes de que el escenario ideal es contar con las máximas VPO de alquiler posibles: el Ayuntamiento conserva la propiedad, las condiciones se revisan cada cinco años y es un sistema más justo. Pero también es verdad que financieramente es un lastre, un agujero para el Ayuntamiento, porque el alquiler no llega para pagar la construcción y el mantenimiento. Buscaremos el máximo de VPO de alquiler pero siendo conscientes de que las de derecho de superficie permiten costear las de alquiler. No hay que ser maximalistas.